Cuatro acontecimientos han destrozado el impulso de la OTAN hacia la ampliación hacia el este. Ahora, las decisiones de Estados Unidos y Rusia serán de enorme importancia para la paz, la seguridad y el bienestar del mundo entero.
Las personas que viven en países asolados por conflictos consideran cada vez más que la ONU promueve los intereses de Occidente y los poderosos, escribe Jamal Benomar. Este no fue siempre el caso.
La economía ortodoxa es la ideología de los ricos y poderosos, escribe Dian Maria Blandina. Los países pobres como Sudán, que están tratando de desarrollarse, no pueden permitirse un régimen de libre comercio.
Las fronteras arbitrarias, la ayuda miserable y las políticas crueles garantizan que las personas más víctimas del conflicto sigan a la deriva, escribe Nick Turse.
Hasta ahora, la actual administración estadounidense ha respaldado (o tolerado) dos golpes de estado: uno político en Túnez y un flagrante derrocamiento militar la semana pasada en Sudán, escribe As`ad AbuKhalil.
Durante el levantamiento sudanés, Jartum se convirtió en una ciudad cuidadosamente remodelada donde sólo los revolucionarios conocían sus caminos, escribe Amar Jamal.