El misil será lanzado desde una base estadounidense en California, escribe Leah Yananton. Veintidós minutos después se estrellará en las Islas Marshall.
Hay pocas esperanzas de mejorar el sistema ferroviario estadounidense mientras siga en manos de los irresponsables e irresponsables barones ladrones de Clase I, escribe Adam Barrington.
En Nueva Caledonia se está librando una poderosa lucha entre los pueblos indígenas y las autoridades coloniales francesas en el contexto de la intensificación de la militarización del Pacífico encabezada por Estados Unidos.
Activistas hawaianos piden a las naciones que condenan el genocidio en Gaza que se retiren del entrenamiento militar masivo RIMPAC organizado por Estados Unidos y alojado ilegalmente en tierras hawaianas.
Los defensores del medio ambiente dicen que no se debe permitir que el gigante petrolero escape a su culpa por el daño ambiental y social que ha causado en el delta del Níger.
La agresión militar estadounidense y las ambiciones imperiales dejan un rastro de destrucción natural, todo ello bajo el pretexto de la seguridad nacional, escribe Melissa Garriga.
Incluso antes del ataque más reciente de Israel a Gaza, el 97 por ciento del agua del único acuífero costero de Gaza ya no era segura para el consumo humano, escribe Vijay Prashad.
El país encontró “sabotaje deliberado” pero no continuó la investigación para descubrir quién fue el responsable. Es el segundo aliado de Estados Unidos en el último mes que pone fin a una investigación sobre las explosiones del oleoducto.
Aprovechando una laguna jurídica en la “financiación del comercio”, el banco invirtió aproximadamente 3.7 millones de dólares en proyectos de petróleo y gas en 2022, según un análisis del grupo activista y de investigación alemán Urgewald.