La falta de respeto de Trump a la ley y a los tribunales no es la única pregunta que plantea la desaparición de Mahmoud Khalil. Hay varias otras, mucho antes del 20 de enero.
Trump demostrará hasta qué punto innumerables apéndices de la causa sionista exigen que Estados Unidos se sacrifique para proteger las barbaridades del “Estado judío” de las críticas.
Parece haber grandes posibilidades de que Trump y su gente hayan llegado a la conclusión de que existe una delgada línea entre atacar al Estado profundo y seguirle la corriente.
“México para los mexicanos”: el nuevo presidente del país muestra el dinamismo y la determinación de una generación emergente de líderes no occidentales.
La ofensiva del presidente estadounidense contra las instituciones y agencias que componen el Estado profundo —el Estado permanente o el gobierno invisible, como también se lo conoce comúnmente— continúa.
La determinación de Trump de poner fin a la guerra en Ucrania ha obligado a los europeos, por fin, a seguir su propio camino, y precisamente en la dirección equivocada.
Cualquiera sea el futuro que nos depare —y pocas veces presenta tantas promesas y tantos peligros como ahora— Trump y su equipo de seguridad nacional pusieron en marcha muchos mecanismos la semana pasada.
Los extraordinarios acontecimientos de la semana pasada han puesto en tela de juicio el futuro de la alianza occidental de posguerra. Con Scott Ritter, Ray McGovern y Patrick Lawrence. Vea la repetición.
El nuevo consenso liberal, nacido de un “agotamiento” compartido, es que es hora de “desconectarse”, “tomar un descanso” o simplemente cerrar los ojos y los oídos.