
Mencionar “lo que está en juego aquí” fue el primer reconocimiento real de los principales problemas de este caso por parte del poder judicial en más de una década de procedimientos. Parecía como si algo hubiera cambiado.
Parece perverso que, tras haberse dictado una sentencia contra la extradición, Julian Assange siga recluido en una prisión de alta seguridad a la espera del recurso de apelación del gobierno estadounidense, escribe Craig Murray.