Sin el contexto histórico, que está sepultado por los medios corporativos, es imposible entender Ucrania. Los historiadores cuentan la historia, pero los periodistas se quedan cortos por intentar contarla ahora.
Los medios y líderes occidentales han destrozado a Donald Trump por decir que Ucrania inició la guerra. Joe Lauria afirma que aquí se presentan hechos, no mitos.
Tres años antes de intervenir en Siria, Rusia temía que una toma de poder islamista en Damasco provocara un caos generalizado en la región, como un nuevo Afganistán en el Levante, informó Joe Lauria en 2012.
Independientemente de que Trump haya hablado con Putin o no, es hora de que los líderes de Estados Unidos y Rusia se comuniquen para resolver la crisis existencial en Ucrania.
Dos años después de que el Pentágono desbaratara su plan para crear una zona de exclusión aérea contra Rusia en Ucrania, el “principal diplomático” estadounidense ha vuelto a las andadas impulsando una idea aún más descabellada.
Andrew P. Napolitano sobre una situación inédita en la jurisprudencia estadounidense, donde los jueces no tienen jefes que les digan qué declaraciones de culpabilidad aceptar y cuáles rechazar.
Según los editorialistas del LA Times, en Chicago en 1960 y 1964 había buenos manifestantes que “trabajaban dentro del aparato del partido”. Los manifestantes de 1968, dicen, fueron malos y “retrocedieron la causa”, escribe Riva Enteen.