No hay ambigüedad en cuanto a que Israel está causando que Gaza sufra ocupación, apartheid y genocidio. Para contrarrestar el negacionismo israelí, he aquí una breve introducción a por qué estos términos son exactos.
El jueves, representantes sudafricanos instaron a la Corte Mundial a comprobar que Israel no ha cumplido su orden de impedir actos genocidas por parte de sus fuerzas militares.
El trabajo de los medios es crear incertidumbre, duda y confusión. Nuestro trabajo es hacer estallar esa mentira, negándoles a ellos y a la clase política una coartada, dijo Jonathan Cook en una manifestación por la paz en Bristol el fin de semana.
A diferencia de Washington, Berlín –el segundo mayor proveedor de armas de Israel– ha aceptado la plena jurisdicción de la CIJ, por lo que es un blanco más fácil para la demanda de Nicaragua, escribe Marjorie Cohn.
El genocidio en Gaza es la etapa final de un proceso iniciado por Israel hace décadas. Cualquiera que no lo viera venir se cegó ante el carácter y los objetivos del Estado de apartheid.
Matthew Read dice que en lugar de confrontar las raíces económicas del fascismo y sectores de la clase dominante que incitaron a Hitler, Alemania, desde 1949, ha fomentado una narrativa de culpa colectiva.
La Corte Mundial citó acontecimientos “excepcionalmente graves”, especialmente la “propagación del hambre y la inanición”, al ordenar una vez más a Israel que impida actos genocidas en Gaza.
El informe avanzado e inédito del Consejo de Derechos Humanos de la ONU pide un embargo inmediato de armas a Israel y protección internacional para los palestinos en los territorios ocupados, entre otras recomendaciones.
Desde ocultar el papel de Occidente en la hambruna de Gaza hasta relatos sensacionalistas de violaciones masivas por parte de Hamás, los periodistas actúan como propagandistas, escribe Jonathan Cook.