En un país que dependía del gas barato de Rusia, el primer ministro pro-Zelensky renunció y un gobierno provisional tecnocrático enfrenta un voto de confianza en el Parlamento.
Rusia no sólo ha resistido el ataque económico, sino que las sanciones han tenido un efecto boomerang, afectando a los mismos países que las impusieron, escriben Medea Benjamin y Nicolas JS Davies.
La restauración de la conexión ferroviaria de Rusia con Kaliningrado es urgente para evitar un conflicto en el Báltico que ha preocupado a la OTAN durante mucho tiempo.