
William J. Astore aprovecha este momento coronaviral como una oportunidad para imaginar un Estados Unidos más democrático y menos belicoso.
Habiendo evadido la responsabilidad por la guerra de Irak y otros desastres sangrientos, los neoconservadores estrella William Kristol y Robert Kagan han remodelado sus argumentos a favor de la guerra, vistiéndolos con ropajes humanitarios, con glamorosos accesorios de grandeza nacional, como explica David Swanson.