Un aspecto poco conocido de la desastrosa ocupación occidental fue cómo las empresas británicas y australianas intentaron acceder a los 3 billones de dólares en minerales sin explotar del país, escribe Antony Loewenstein.
Con la caída de Kabul, Pepe Escobar dice que está quedando claro que las tácticas de poder blando financiero pueden ser incluso más letales que una ocupación de la OTAN.