La reina Isabel II de Inglaterra aconsejó al gobernador general que podía derrocar al gobierno electo de Australia, y así lo hizo, informan Jenny Hocking y Peter Cronau.
Matt Kennard, del Reino Unido desclasificado, se sienta con el expresidente de Ecuador, quien en 2012 concedió asilo al editor de WikiLeaks y ahora él mismo vive en asilo político.
La cobertura de la desaparición de Isabel II proporciona un ejemplo flagrante de la implacable propaganda mediática mediante la cual el establishment mantiene su control.
Lo que la entrevista de Oprah hace –está diseñada para hacer– es descarrilar la intersección de clase y raza de maneras políticamente dañinas, escribe Jonathan Cook.