El Partido Laborista Australiano, que suspendió a un senador por romper con el partido para votar por el reconocimiento de Palestina, nunca escuchó hablar del concepto de valentía del Senado de JFK, informa Joe Lauria.
Si el progreso en un proceso de paz que conduzca a una solución de dos Estados sigue siendo el único camino de Australia hacia el reconocimiento de un Estado palestino, los palestinos han quedado colgados, escribe Stefan Moore.
El sueño de que Anthony Albanese haga lo correcto ha llegado a su límite. Como primer ministro, no ha luchado por traer a casa a un australiano que es a la vez la encarnación del coraje y la víctima de una gran injusticia vengativa.
El gobierno de Canberra está poniendo a prueba la credibilidad al insistir en que el caso de Assange no es un enjuiciamiento político, escribe Kellie Tranter.
El ex Ministro de Asuntos Exteriores australiano Bob Carr dice que es hora de que Estados Unidos cierre los libros de las desastrosas guerras desatadas por George W. Bush.