
Las lecciones del ataque del fin de semana pasado a Siria por parte de los Estados Unidos de América y dos de sus aliados no auguran nada bueno para el futuro de la democracia o el futuro de la paz, dice Inder Comar.
Un beneficio irónico de la presidencia de Donald Trump es que el mundo está mostrando más independencia frente a los edictos estadounidenses, como el reciente rechazo a la decisión de Trump de trasladar la embajada estadounidense en Israel a Jerusalén, como informa Dennis J. Bernstein....
El presidente Trump y la embajadora Nikki Haley intentaron intimidar a la ONU para que aceptara la decisión de Trump sobre Jerusalén como capital de Israel, pero –en una rara muestra de independencia– la mayoría de los miembros de la ONU se negaron, señala el ex analista de la CIA Paul R. Pillar.
Mientras Israel amenaza con una guerra ampliada contra Siria y el Líbano, una justificación emocional es el presunto ataque con sarín del 4 de abril que se atribuyó al gobierno sirio a pesar de los enormes vacíos en las pruebas, como informa Rick Sterling.
Informe especial: Los informes de investigación de la ONU, como uno nuevo que condena a Siria por el presunto uso de sarín, se reciben como imparciales y creíbles, pero a menudo no son más que propaganda de guerra de burócratas comprometidos, informa Robert Parry.