El difunto presidente estadounidense puede haber hecho buenas obras fuera del cargo, pero una vez en el poder fomentó una serie de desastres en política interna y exterior.
La transformación de Afganistán en un narcoestado preeminente tiene una deuda importante con Washington, escribe Alan McLeod. Ahora, con una escasez de heroína que amenaza con aumentar el abuso de fentanilo, Estados Unidos enfrenta un posible retroceso.