Sólo hay un escenario en el que Israel renunciaría a sus armas nucleares y parece más lejos que nunca de la realidad, escribió Joe Lauria el 4 de mayo de 2015.
Si bien el gran arsenal de armas nucleares de Israel está exento de cualquier discusión, su gobierno genera sospechas sobre el programa de energía nuclear de Irán, escribe Mehrnaz Shahabi.
De los Archivos: Sólo existe un escenario en el que Israel renunciaría a sus armas nucleares y parece más alejado que nunca de la realidad, escribió Joe Lauria el 4 de mayo de 2015.
Cuando Israel lanzó un plan encubierto para robar material y secretos para construir una bomba nuclear, los funcionarios estadounidenses hicieron la vista gorda y obstruyeron las investigaciones, como se describe en un libro reseñado por James DiEugenio.
Al ofrecer una diatriba propagandística sobre el papel de Irán en Medio Oriente –una clásica perorata neoconservadora–, el presidente Trump ha demostrado su incapacidad para aportar un pensamiento nuevo y honesto a las crisis regionales, como explica Kathy Kelly.
El famoso denunciante del Departamento de Defensa, Daniel Ellsberg, dice que Israel debería cesar su persecución de casi tres décadas contra Mordechai Vanunu, el ex técnico nuclear que expuso la existencia del programa nuclear clandestino de Israel en 1986 y fue encarcelado durante 18 años.