Se ha hecho propaganda a los ciudadanos comunes y corrientes del Reino Unido basándose en la creencia de que el Estado debería regular de alguna manera la actividad económica por el bien común.
La huelga se produce un día después de que los miembros del Parlamento aprobaran un proyecto de ley antihuelga que, de convertirse en ley, impondría “niveles mínimos de servicio” para los ferrocarriles y los servicios de emergencia, informa Julia Conley.