Después de que los fiscales australianos desestimaran el caso por “apología del genocidio” contra el funcionario israelí Mark Regev, el demandante dice que el asunto ahora será enviado a la Corte Penal Internacional en La Haya.
Netanyahu está tan desesperado políticamente, y oponerse a los derechos de los palestinos es tan popular en Israel, que el régimen no puede resistirse a decir la verdad sobre sí mismo.