La cultura política y mediática de Estados Unidos ha producido dos de las figuras más incompetentes imaginables para competir por el papel de conducir al país al abismo, escribe Jim Kavanagh.
Donald Trump se ha convertido en el personaje central de la política estadounidense en torno al cual gira todo. Pero gane o pierda, el status quo imperial no cambiará, dice Caitlin Johnstone.
Dado el historial de autoritarismo estadounidense, Nat Parry dice que no es sorprendente que los llamados de los demócratas a resistir la dictadura entrante de Trump suenen vacíos para muchos estadounidenses.