
Incluso antes del ataque más reciente de Israel a Gaza, el 97 por ciento del agua del único acuífero costero de Gaza ya no era segura para el consumo humano, escribe Vijay Prashad.
La dominación neoconservadora del establishment de la política exterior estadounidense ha impedido un debate serio sobre el control estrangulador de los recursos hídricos palestinos por parte de Israel y lo que eso significa para el futuro de esa población guetizada, como explica Chuck Spinney.
El New York Times elogió el ingenio de Israel para abordar sus necesidades de agua, pero restó importancia a cómo Israel explota su dominación militar para desviar el agua de los palestinos y hacia los israelíes, como explica el ex analista de la CIA Paul R. Pillar.