Gerry Condon recuerda los años de decidida resistencia y organización que llevaron al difunto presidente a indultar a quienes se resistían al reclutamiento.
Según los editorialistas del LA Times, en Chicago en 1960 y 1964 había buenos manifestantes que “trabajaban dentro del aparato del partido”. Los manifestantes de 1968, dicen, fueron malos y “retrocedieron la causa”, escribe Riva Enteen.
El movimiento para detener la opresión asesina de los palestinos por parte de Israel se enfrenta a todo el complejo militar-industrial-del Congreso, escribe Norman Solomon.
A raíz de la autoinmolación de Aaron Bushnell, Ann Wright recuerda otros suicidios cometidos en protesta contra las políticas estadounidenses, incluido el de cinco estadounidenses opuestos a la guerra de Estados Unidos en Vietnam.
Ucrania está siendo destruida por la arrogancia estadounidense, lo que demuestra una vez más el dicho de Henry Kissinger de que ser enemigo de Estados Unidos es peligroso, mientras que ser amigo es fatal.
Dado el optimismo oficial de Estados Unidos sobre la contraofensiva de Ucrania, Barbara Koeppel concluye que Washington no ha aprendido ninguna lección de las guerras fallidas en Vietnam, y más tarde en Irak y Afganistán.
Considerando la reacción común de Estados Unidos al 9 de septiembre, debemos preguntarnos: ¿Puede Estados Unidos prescindir de su conciencia excepcionalista? ¿O es esta conciencia indispensable para Estados Unidos?
Los estadounidenses se entenderán a sí mismos de manera menos fantástica si consideran hasta qué punto el fin del Sistema de Servicio Selectivo hace medio siglo les dio permiso para poner a dormir a sus seres públicos.