Donald Trump se ha convertido en el personaje central de la política estadounidense en torno al cual gira todo. Pero gane o pierda, el status quo imperial no cambiará, dice Caitlin Johnstone.
El intento de asesinato del ex presidente estadounidense fue un asunto menor en comparación con el trato que Washington da en todo el mundo e incluso contra su propio pueblo, escribe Margaret Kimberley.
La cadena no perdió tiempo en reclutar al ex representante Adam Kinzinger, posiblemente el belicista más atroz del Capitolio, para su lista de expertos.
Los demandantes exigen acciones legales contra el expresidente de Estados Unidos y otras personas, incluido Mike Pompeo, por el asesinato en 2020 de Qassem Soleimani, un alto oficial militar iraní, y Abu Mahdi al-Muhandis, el comandante de una milicia iraquí.
Estados Unidos, Arabia Saudí e Israel, responsables de fiascos militares, cientos de miles de muertos e innumerables crímenes de guerra en Oriente Medio, ahora conspiran para atacar a Irán.
Que una megacorporación monopolista de Silicon Valley borre un discurso político sobre una figura histórica importante porque Washington dice que era un terrorista es un acto de censura notablemente descarado.
Gareth Porter analiza los comentarios del ministro de Asuntos Exteriores de Irán que pueden presagiar una postura diferente respecto del acuerdo nuclear después de las elecciones presidenciales del país a mediados de junio.
Todo se remonta a la decisión de Obama de volver a entrar en Irak en 2014, escribe Caitlin Johnstone. Y a los occidentales se les alimentó con una mentira sobre lo que sucedió allí.
Un equipo secreto de tropas británicas con base en Bahréin jugó un papel clave en las tensas secuelas del asesinato de Qasem Soleimani por parte de Estados Unidos, informa Phil Miller.
Se necesitan fuerzas de ocupación para proteger numerosos edificios y sitios, dice la coronel Ann Wright. Las instalaciones médicas también están protegidas, pero las sanciones económicas están dañando y matando a ciudadanos por otros medios.