En lugar de resolver los problemas de la mayoría, la “extrema derecha de un tipo especial” —una derecha íntimamente ligada al liberalismo— cultiva una política de la ira.
Teniendo en cuenta los artículos y libros recientes sobre la Revolución bolchevique, que comenzó el 24 de octubre de 1917 (juliano), se trata de una lucha a nivel de ideas que continúa hasta bien entrado el siglo XXI, dice John Wight.
Fascismo es un término insuficiente, ya que niega la intimidad entre las fuerzas liberales y de extrema derecha. He aquí 10 tesis para entender este “abrazo íntimo” y el ascenso de esta extrema derecha de tipo especial.
Desde el “siglo estadounidense” de 1942 hasta la “carnicería estadounidense” de Trump, Estados Unidos ha pasado de un auge posterior a la Segunda Guerra Mundial a un declive y ahora enfrenta divisiones políticas, crisis económica, pobreza y decadencia social.
MK Bhadrakumar plantea la relevancia contemporánea del esfuerzo nazi para exterminar a los rusos mediante el hambre forzada durante el asedio de Leningrado.
Cuando los extremistas judíos, los sionistas fanáticos, los fanáticos religiosos, los ultranacionalistas y los criptofascistas en el estado de apartheid de Israel dicen que quieren borrar a Gaza de la faz de la tierra, créales.
¿Qué sucede cuando la realidad choca contra el engaño? La mitología y la fantasía estadounidenses seguirán resistiendo. La negación, la duplicación, la búsqueda de chivos expiatorios, la recriminación y aventuras más audaces son las respuestas instintivas, escribe Michael Brenner.
A su manera, el primer ministro de la India es tan malo como algunos de los viejos dictadores latinoamericanos que contaban con mucho apoyo estadounidense pero nunca cenaban, y ciertamente no tenían tarta de fresas con sabor a cardamomo como postre.
La República Italiana nació de las cenizas del fascismo, y la constitución de posguerra consagraba el pluralismo. Giorgia Meloni, sin embargo, obtuvo la mayoría de los votos, informa Attilio Moro.
Se está incitando al público a observar el duelo emocional por la difunta reina, mientras que aquellos que uno esperaría que realmente estuvieran afligidos están involucrados en fríos cálculos políticos.