Los documentos revelan cómo la compañía petrolera se ofreció a financiar al ejército de Bogotá mientras mataba a opositores durante la década de 1990 y colaboraba con un general acusado de secuestro, tortura y asesinato, informa John McEvoy.
Durante el conflicto de 1999 sobre Kosovo, el UCK fue visto por el Reino Unido como terrorista, pero recibió apoyo encubierto y abierto del gobierno laborista, informa Mark Curtis.