El gobierno australiano está ocultando las exportaciones de armas a Israel a pesar del fallo de la Corte Mundial de oponerse al “genocidio plausible”, escribe Michelle Fahy.
La denegación de una solicitud de Libertad de Información basándose en que dicha información “podría dañar la posición y reputación internacional de Australia”, sugiere que los detalles deben ser bastante condenatorios.