El capitalismo tendría que inventar un Guardian, si no existiera ya, escribe Jonathan Cook. Y, a su vez, The Guardian tendría que inventar un George Monbiot, si no fuera ya uno de sus columnistas.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos construyó un sistema internacional que se basaba en la subordinación e integración de Japón y Europa, escribe Vijay Prashad.