
Después de todos los crímenes del FBI, los estadounidenses necesitan a alguien que esté dispuesto a destruir esta organización hasta sus cimientos.
El caso del asesino policial convicto Mumia Abu-Jamal, que lleva décadas, siempre se ha centrado en si el proceso legal estuvo amañado contra el activista político negro, un argumento que ha cobrado nueva vida, informa Dennis J. Bernstein.