“Mi arresto fue una consecuencia directa de ejercer mi derecho a la libertad de expresión”, escribe Mahmoud Khalil en su carta desde el centro de detención de ICE.
Con la vista puesta en la visita de Netanyahu a Washington esta semana, el Centro de Derechos Constitucionales dice que las frecuentes visitas de funcionarios israelíes a Washington los colocan bajo jurisdicción estadounidense.
El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos en San Francisco desestimó el caso del Centro de Derecho Constitucional que buscaba impedir que la administración Biden ayudara al bombardeo israelí de Gaza.
La administración no cuestiona que haya un genocidio en curso, escribe Marjorie Cohn. Pero el panel de apelaciones de tres jueces no pareció conmoverse ante las afirmaciones de los demandantes de que la administración Biden es cómplice del genocidio de Israel.
Con la vista puesta en el caso de genocidio del Tribunal Mundial, el juez del norte de California imploró a los acusados que reconsideraran su apoyo al asedio militar de Israel contra los palestinos en Gaza.
El caso del Centro de Derechos Constitucionales contra el presidente y los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos busca una orden judicial de emergencia para dejar de ayudar a los bombardeos de Israel.
Cualquier parte de la Convención sobre Genocidio puede presentar el asunto ante el Tribunal Internacional, que podría llegar a una conclusión de genocidio, escribe Marjorie Cohn. A la Asamblea General también le queda una opción.
Biden, Blinken y Austin están siendo citados ante los tribunales –así como en las calles de todo el mundo– por su apoyo inquebrantable e ilegal al genocidio israelí, escribe Marjorie Cohn.
Un juez federal estadounidense en Virginia se negó esta semana a desestimar la demanda por tortura contra CACI Premier Technology, un eje del complejo militar-industrial con sede en la cercana Arlington.