Jonathan Cook analiza la respuesta de Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, a la salvaje operación militar israelí-estadounidense en el campo de refugiados de Nuseirat el sábado que masacró a más de 270 palestinos.
El presidente estadounidense podría hacer llegar ayuda a Gaza mucho más rápido, si quisiera, escribe Jonathan Cook. Su calendario para ayudar a los palestinos está dictado por el calendario de las elecciones presidenciales.
Israel ha planeado durante mucho tiempo la caída de la UNRWA, consciente de que es uno de los mayores obstáculos para erradicar a los palestinos como pueblo, escribe Jonathan Cook.
La operación de Hamás del 7 de octubre destruyó la creencia de Israel de que los palestinos pueden ser desviados hacia bantustanes mientras el Estado colonizador disfruta de paz y expansión, escribe Tareq Baconi.
Los grupos humanitarios han advertido durante semanas que el bloqueo total de Gaza por parte de Israel (cortando el combustible, el agua, los alimentos y la electricidad) estaba alimentando rápidamente brotes de enfermedades gastrointestinales, informa Julia Conley.
El acto de condena se ha convertido cínicamente en un arma, escribe Jonathan Cook. El objetivo no es mostrar solidaridad con los israelíes. Se trata de avivar las llamas del odio para racionalizar los crímenes contra los palestinos.
Al no actuar contra el castigo colectivo de Israel a los palestinos, el Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea están incumpliendo una obligación del derecho internacional establecida en un fallo de 2004 de la Corte Internacional de Justicia.
Dan Steinbock dice que la guerra de Hamás es maná del cielo para el gobierno de extrema derecha de Israel. El propio Netanyahu ha contribuido a la expansión de Hamás desde los años 1990.