Un agente federal estaba esperando al autor poco después de que descendiera de un vuelo internacional. Luego fue invitado a una breve pero inquietante sesión de preguntas y respuestas.
La carta de la ONU que se encuentra en el escritorio de Keir Starmer ofrece una crítica devastadora de las leyes antiterroristas del Reino Unido y su uso inapropiado para sofocar el disenso y la libertad de expresión.
La “radiodifusora de servicio público” británica ha mantenido al público en la oscuridad sobre el apoyo del Reino Unido al ataque de Israel a Gaza, escribe Mark Curtis.
Trump o Harris, el resultado de esta elección nunca iba a marcar una diferencia significativa para las víctimas del imperio estadounidense, independientemente de lo que nos hayan dicho, escribe Jonathan Cook.
Joe Lauria dice que el “Proyecto Esther” de la Heritage Foundation, según informa Drop Site News, replica el uso que hace el Reino Unido de una ley antiterrorista para criminalizar el discurso y el activismo a favor de Palestina.
Si bien la clase política y los medios de comunicación tradicionales no tienen problemas con los dobles estándares, los tribunales pueden adoptar una opinión diferente en materia de libertad de expresión, escribe Mary Kostakidis.
El allanamiento al periodista de investigación Asa Winstanley no tiene nada que ver con el terrorismo, escribe Jonathan Cook, excepto el del gobierno del Reino Unido. Tiene como objetivo asustarnos para que guardemos silencio sobre la complicidad de Gran Bretaña en el genocidio de Israel.
Un quién es quién de la izquierda radical del Reino Unido durante el último medio siglo fue infiltrado por “policías espías”, informa Asa Winstanley, quien está personalmente involucrado en esta historia.