
Al igual que Julian Assange y WikiLeaks, el periodismo que cuenta algunas verdades que podrían socavar los argumentos a favor de la guerra no puede ser tolerado, escribe Jim Kavanagh.
Los organizadores de la manifestación de Trump del 6 de enero no tenían permiso para una marcha hacia el Capitolio e intentaron advertir a la Casa Blanca que sería ilegal, informa Greg Palast para Consortium News.
En un sistema de gobierno corporativista, en el que no existe una separación significativa entre el poder corporativo y el poder estatal, la censura corporativa es censura estatal, sostiene Caitlin Johnstone en este comentario.