Ninguna de las fechorías de Trump llega al nivel de facilitar por sí solo un genocidio en Gaza o llevar al mundo más cerca de una guerra nuclear que en cualquier otro momento desde la crisis de los misiles cubanos, escribe Caitlin Johnstone.
En este punto, la defensa de Israel por parte de Washington se vuelve tan abiertamente obscena como el largo historial de agresión ilegal del Estado de apartheid contra la población palestina.