Cincuenta años después, las consecuencias de la guerra para las víctimas de la operación de defoliación estadounidense no han cesado, escribe Marjorie Cohn. La congresista estadounidense Tlaib intenta ofrecer una compensación.
Cuarenta y ocho altos el fuego entre 1946 y 1997 –aunque a menudo ignorados– ofrecen orientación sobre cómo poner fin a las matanzas. Dado que la historia muestra que se necesita mucho tiempo para poner fin a una guerra, Ann Wright dice que el proceso debe comenzar ahora...