Emprender un proceso de “desoccidentalización” personal e individual es absolutamente esencial si nos proponemos defender la humanidad de la humanidad.
Mientras un nuevo orden mundial va tomando forma ante nuestros ojos, el autor, en una conferencia reciente, considera cómo Europa puede aprovechar mejor su posición en el borde oriental del mundo atlántico y en el borde occidental de Eurasia.
Una perorata de Mike Pompeo sobre lo que Estados Unidos debería hacer con China condujo a un intercambio fructífero entre una vieja China y una vieja mano soviética, escribe Ray McGovern.