
Un banco estatal siguiendo el modelo del Banco de Dakota del Norte puede ofrecer préstamos a bajo interés, liquidez y soberanía financiera, escribe Ellen Brown.
El colapso y el rescate del Silicon Valley Bank muestran que poco ha cambiado para los actores financieros imprudentes, escribe Les Leopold. Si las instituciones financieras están tan interconectadas que no podemos permitir que quiebren, deberían administrarse como empresas de servicios públicos de propiedad pública.