Las universidades de élite que se acobardan ante la ofensiva de Trump contra la libertad de expresión continúan su historia de apoyo a la plutocracia, entregándonos a los brazos del fascismo.
“Un ejercicio abusivo de poder acompañado de humillación” —Katherine Franke, ex profesora de derecho en Columbia, sobre el manejo que la universidad le dio al caso de Mahmoud Khalil, para quien trabajó como asesora disciplinaria.