El capitalismo tendría que inventar un Guardian, si no existiera ya, escribe Jonathan Cook. Y, a su vez, The Guardian tendría que inventar un George Monbiot, si no fuera ya uno de sus columnistas.
“Nos desencanta todo lo que no se puede medir en dólares y centavos” — George Monbiot sobre su nuevo libro, La doctrina invisible: la historia secreta del neoliberalismo.
George Monbiot ha estado difamando periódicamente a iconos de la izquierda progresista, escribe Jonathan Cook. Ahora, al parecer, es el turno del comediante Russell Brand de ponerse bajo su bisturí.
Cuando realmente importa, desde Assange hasta Corbyn, este periodista de The Guardian se alinea con la manada de medios corporativos, escribe Jonathan Cook.
Jonathan Cook se enfrenta a la exigencia de la prensa y las redes sociales occidentales de no sólo “condenar” al presidente ruso, sino de hacerlo sin reservas.
La revisión encargada por el Tesoro británico fue elogiada por algunos ambientalistas, pero un destacado activista climático criticó su “agenda de capital natural” por ponerle precio a la naturaleza.