La desesperación es lo que nos está matando. Fomenta lo que Roger Lancaster llama “solidaridad envenenada”, la intoxicación forjada a partir de las energías negativas del miedo, la envidia, el odio y el deseo de violencia.
Los neoconservadores maniobran en las arenas cambiantes del poder en Washington para asegurarse de que, sin importar quién gane, ellos sigan a cargo, escribe Daniel McAdams.
Dos partidos oligárquicos belicistas están empujando la ventana Overton de la opinión aceptable lo más lejos posible en la dirección del imperialismo, el militarismo y la tiranía.
Los agentes del FBI hicieron más que confiscar mis aparatos electrónicos personales cuando registraron mi casa el 7 de agosto, escribe el autor. Robaron la verdad.
La prensa del establishment actuó de manera concertada para asesinar el carácter del fundador de WikiLeaks, haciendo respetable odiarlo, escribe Jonatahn Cook.
Los silencios llenos de un consenso de propaganda contaminan casi todo lo que leemos, vemos y oímos, advirtió el difunto John Pilger en mayo pasado. La guerra por parte de los medios es ahora una tarea clave del llamado periodismo convencional.
Con el objetivo declarado de proporcionar “contexto”, The Guardian en cambio ha destruido el contexto histórico que coloca la política exterior occidental hacia el Medio Oriente en una luz muy sombría, escribe Joe Lauria.
Un funcionario sudafricano se reunió con Victoria Nuland, que no estaba preparada y estaba “desesperada”, y le pidió ayuda local para hacer retroceder el golpe popular en Níger. La reciente conferencia BRICS podría darle a Nuland aún más motivos de preocupación, informa Anya Parampil.