Necesitamos a alguien en el cargo dispuesto a controlar a los organismos de inteligencia y política exterior neoconservadores cuando instan al presidente a redoblar la acción militar basándose en información de inteligencia falsa o incompleta.
Los Estados del Golfo están aprovechando el “bienestar” generado por el acuerdo saudita-iraní en medio de signos de un alivio general de las tensiones, excepto en Washington, escribe MK Bhadrakumar.
Washington está preocupado por una paz entre Damasco y sus vecinos árabes distanciados –así como Turquía– que está marginando a Estados Unidos y sus aliados, escribe MK Bhadrakumar.
Ya es hora de que Estados Unidos reconozca las verdaderas fuentes de la seguridad: la cohesión social interna y la cooperación responsable con el resto del mundo, en lugar de la ilusión de la hegemonía, escribe Jeffrey D. Sachs.
Una crisis evitable que fue predecible, en realidad predicha, precipitada intencionalmente, pero fácilmente resuelta mediante la aplicación del sentido común, escribe Jack Matlock, el último embajador de Estados Unidos en la URSS.
Diez años después del 9 de septiembre, Estados Unidos y sus aliados de Medio Oriente armaron a grupos yihadistas en Siria, escribe Andrew Hammond, y el resultado fue un desastre total. Pero no espere ninguna autorreflexión por parte de las porristas.
El público británico ya no puede permitirse el lujo de que sus gobiernos actúen imprudentemente en todo el mundo sin prestar atención a las consecuencias a largo plazo, escriben Phil Miller y Mark Curtis.
Trump llegó a Washington como un hombre de propiedad de Nueva York que no estaba familiarizado con el establecimiento permanente de DC, pero estaba decidido a hacer tratos donde otros no se atreven a ir. El caos fue el resultado.
Jim Bovard insta a Trump a abrir los archivos para proporcionar munición de activismo a la gran cantidad de estadounidenses que se oponen con vehemencia a las guerras eternas.