
Hace apenas dos décadas, la diferencia entre antisemitismo y crítica a Israel era lo suficientemente clara como para que incluso un secretario de Estado estadounidense la dijera, escribe Joe Lauria.
La masacre de 16 afganos, entre ellos nueve niños, supuestamente a manos de un sargento trastornado del ejército estadounidense ha despertado más ira hacia la ocupación de Afganistán encabezada por Estados Unidos que lleva una década de duración, pero también subraya cómo las tensiones de una guerra interminable están destrozando las psiques...