El proceso de la ONU sobre la partición de Palestina condujo a una limpieza étnica masiva, una desigualdad absoluta, un miedo perpetuo y una guerra genocida, escribe Stefan Moore.
Hablando antes de que se anunciara el alto el fuego, Blinken dijo efectivamente que Israel no había hecho ningún avance en su misión declarada de derrotar a Hamás en más de 15 meses de genocidio militar israelí en Gaza, escribe Sharon Zhang.
Israel ha planeado durante mucho tiempo la caída de la UNRWA, consciente de que es uno de los mayores obstáculos para erradicar a los palestinos como pueblo, escribe Jonathan Cook.
Israel sigue el manual colonial. Muerte por muerte. Atrocidad por atrocidad. Pero siempre es el ocupante quien inicia esta danza macabra y cambia montones de cadáveres por montones de cadáveres más altos.
El nuevo régimen extremista de Israel –el más antipalestino de la historia– parece apuntar a incorporar todos los territorios palestinos ocupados a Israel, escribe Marjorie Cohn.
La comunidad judía tiene una responsabilidad especial de luchar contra la ocupación ilegal de tierras palestinas por parte de Israel, dice Marjorie Cohn.