Mientras el bombardeo israelí de Gaza deja más de 5,000 muertos y al menos un millón de personas desplazadas, un grupo de expertos con sede en Tel Aviv elabora un plan de limpieza étnica, informa Kit Klarenberg.
Los trabajadores y los sindicatos tienen razón en estar furiosos por este fallo de la Corte Suprema, escribe Alexandra Bradbury. Pero como señaló Sean O'Brien de los Teamsters, no se ha eliminado el derecho de huelga.
Con la disputa por su caricatura, el periódico que ayudó a expulsar a Jeremy Corbyn del Partido Laborista descubrió brevemente que lo que siembras, lo puedes cosechar, escribe Jonathan Cook.
Para quienes sufren directamente la agresión de Estados Unidos y la OTAN, las demandas de la manifestación Rage Against the War Machine del 19 de febrero en Washington no son cuestiones teóricas. Para ellos es una cuestión de vida o muerte. Dan la bienvenida…
El Banco Mundial ha hecho sonar la alarma, pero las fuerzas del “centrismo” –en deuda con los multimillonarios y las políticas de austeridad– se niegan a alejarse de la catástrofe neoliberal, escribe Vijay Prashad.
Milagro Sala y sus partidarios denuncian violaciones del debido proceso en un caso en el epicentro de un enfrentamiento entre el gobierno y los movimientos sociales locales, informa Tanya Wadhwa.
Las 15 rondas de votación necesarias para instalar a Kevin McCarthy como presidente de la Cámara son parte del carnaval de locura que se hace pasar por política.
Existe una forma eficaz de presionar a Israel para que ponga fin a su ocupación ilegal del territorio palestino y a la violación de los derechos de los palestinos, escribe Marjorie Cohn.